jueves, 26 de marzo de 2015

Poemas de Kerouac de nuevo en el bolso tras una pila de tiempo (el tiempo no se amontona, corregir?), otros habrían muerto sin techo ni razón. Las camisas que algunos aman llegan demasiado pronto a los escaparates de las bahías, los nietos de los dueños recordarán? En días de viento los libros abiertos, mientras las puertas se azotan como si no hubiera niños. La continuidad del fútbol entre los signos inconexos aploma a los gestos que se perderían. Dónde busca un niño algo antiguo si quiere, si se adelanta? No llega a llorar en esos tramos, más bien se dirige a distintos puntos notando su cuerpo. Tristeza latinoamericana diría el beatnik más triste del corazón enorme de Canadá. La lúcida niñez para pasar a una adultez prematura, piénsalo.