lunes, 30 de marzo de 2009

Máquinas de escribir






Frases, frases, amontonadas.
Ya no quiero dudar más de ellas, o más bien, no quisiera seguir dudando de ellas, pues igual lo voy a hacer, ayayay, qué manías indecorosas!
Proyectos de silencio, carpetas de aire, imposibles... difíciles.
Es mejor la risa.
Siempre estará a la orden del día hacerlo, dudar.
Como ejercicio, bien.
Como amargura de literato no reconocido, no tomado en cuenta, una tontería.
A ratos leo esos alegatos, esas dudas, esas incomprensiones... bueno, dejen de escribir entonces, punto.
O van a obligar que los lean?
No, no es cierto?
Ya ni voy a pensar en todo eso.
Los teclados de todos estos computadores a disposición, claramente encendidos frente a nosotros...
Contraste bucólico, constatación inservible: las antiguas máquinas de escribir no necesitan ser encendidas.
Digo esto último pues echo de menos, levemente, la independencia de las últimas.
Un tiempo, ja, cuidé y utilicé una, pesadísima para mis ‘músculos’ laterales.
Importancia de ello?
Silencio.
Recuerdo, entiende, escucha: no eres impune, fíjate, anímate, es claro, ciertamente, se gasta luz, represas y centrales atómicas, gente es desarraigada, gente es envenenada, no es broma, no.
Veo fotos también.
De nuevo?
Sí, qué otra cosa puedo hacer?
Por ejemplo, el teatro me entrega el ánimo de ‘verguenza ajena’.
Además la cercanía entre los comediantes y el público es molesta, llena de saliva y de ruidos, mejor una pantalla curva.
Qué le ocurre a un actor cuando en esa relación morbosa, atisba a un espectador comiendo un tuto de pollo bajo el pupitre mientras el drama transcurre?
Terrible, no, devastador.
Nihilismo alimentario.
Por eso, yo ya compré pan, lúpulo, cebada y papel.
Entonces veo fotos, por supuesto.
Veo fotos de un escritor en su terraza en Hollywood, sentado frente a esos aparatos (máquinas de escribir...) en los años 30.
Fotos de Erich Salomón, mi nuevo ídolo, otro, ay, chuuuu, hasta cuándo?
No sé, la verdad.
Me dan ganas de releer ‘Tierna es la noche’ en la edición de cubierta verde Zig-Zag, comprada en Huérfanos.
Sé que no lo haré pues tengo el vago propósito de ‘conocer nuevas cosas’, ja.
Bueno, de todas maneras cuando leo estas ‘novedades’, pienso en mis ‘faraones’ inamovibles.
A todo esto, si uno no puede ser injusto en sus gustos literarios, cinematográficos, artísticos, dónde recontradiantre podría serlo?
Aparte y con gesto que quiere ser grácil: por ahí leí en estas pantallas la expresión ‘campana de palo’.
Es una expresión que me ha encantado, este idioma logra cosas muy gráficas, muy contundentes, con sonido de algo pesado, pero vivaz, muy vivaz.
He pensado a ratos en esa expresión maravillosa.
A ver si próximamente me encamino hacia algunas líneas sobre ello y sobre el hecho de emitir datos, datillos, a través de algunos grafismos, encendidos o no.

Braulio Musso

5 comentarios:

vicento. dijo...

yo creo que en el fondo, la comunicación es una ficción humana.
cualquier cosa que digas es susceptible de ser malinterpretada.
o re interpretada, o no interpretada en lo absoluto.
no existe un alfabeto universal, porque cada quién guarda una colección de imagines que se pueden usar como letras y que otra persona podrá interactuar con ellas si las expones.

no creo que me esté dando a entender...probablemente hay cientos de personas y grandes filósofos que lo han puesto con mejores palabras que yo...
pero justamente a eso me refiero

quién dice que alguien entendió lo que querían decir?
quién lo garantiza?

Cleo dijo...

nadie garantiza porque cada uno tiene sus propias palabras, sus propias expresiones y a veces ellas se convencionalizan de otra forma en otra mente y al final todo disperso en las grandes convencionalizaciones...
En una época me dediqué a guardar todas las citas, frases que alguien dijo una vez para expresar una situación x y me agrdaba recordarlas, porque si las cosas ya están dichas perfectamente por alguien, reinventarlo sería una especie de crimen...
es una especie de librería de dichos de campo, pero más modersnos y envolventes

braulio musso dijo...

Cleo Hermosa, Vicento que buscas Garantías:

Ricota fresca hay que probar mientras los dichos de campo son entonados con voz de vino rosso.
Nadie garantizará nunca y hay que hacer que eso juegue a nuestro favor, obvio.

Atentamente,
El Ferrocarrilero Voraz Y No Gordo Aún.

sultán estoico dijo...

mmm, no hay cierta unidad en las palabras.. pero existe un acuerdo que, a pesar de las diferencias y confusiones que producen éstas, todos sabemos de qué estamos hablando..

o por lo menos no quiero discutir frente a esquemitas de gente, que simplemente, no entiende que se escribe porque se puede y quiere escribir.. si bien se hace lo que se puede, eso es simplemente maravilloso

a veces llegan canciones a la cabeza y es inevitable tomar la guitarra y bueno, ahí 'algo ocurre'.

lo peor viene cuando se olvida eso.. 'no escriba dentro de la pasión, no es buen ejercicio' ¿qué basura no?
aún añoro palabras y canciones que se fueron de mis manos, ah..
estoy esperando una máquina que retenga esas cosas buenas, porque ésta al parecer gusta de vaciarse de puras locuras, segun dicen los que gustan de escribir de eso.

y lo que ya está escrito, que no se fue, resulta que ahora es sólo: ah?

bueno, se despide nuboso y gélido
magritte.

braulio musso dijo...

Estoicos del mundo:

vuelven a partir los trenes para nosotros, trenes de novelas rusas,
qué materias exactas les movilizarán?

Atentamente,
Brigada Anti-Siesta.