viernes, 11 de diciembre de 2015

Todo esto de los horóscopos es un viejo chiste que no carece de profundidad. Es como el tema de creer o no en Dios; es íntimo, pero igual lo preguntan como si fuera a ser despachado en un par de sonidos. Chistes del cerebro, muy distintos a los chistes del espíritu, coincidiendo apenas en el raspe de los Eximios. O yo lo quise entender así al traducir en las horas de Transparencia. Antes de entrar a un río circundas ese río, ¿no?, salvo en el Amor donde no hay borde, menos al inicio. Luego puedes tomar fotos, poner la mesa, lustrar lo que sea, recordar, oler! Y El Tiempo siendo, siguiendo, uno creyendo que es este Bicho el que dispone y dirige lo principal. ¿Y qué cambia de considerarlo así? Cambian las posibilidades. Pero como muchas de ellas no se realizan, no vemos la importancia de ver Algo desde otro Todo, desde otra pretensión total, general. La fragmentación pide su contrario, le diría a los editorialistas. Vamos y no vamos a comprar el pan dentro de tal relación. Y así vamos al resto de los aspectos que se logra querer como propios, como universales, existentes. Pd. Le digo a Ulises que no tenga miedo del Universo oscuro e inmenso. Le digo tras embarrarla: la vida está dentro de ese Universo, ha crecido en este Universo y en otros que quizás pronto se mostrarán.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Mira los objetos, ¡Mira realmente las cosas ahora! te suplicaría alguien que recibe la noticia de la muerte de un extraño a primera hora esta mañana. No lo haces... Los objetos de aquí, al frente, ¿no? Bueno... Algo del sol llegaría al sillón, es Tiempo, la vivencia del Universo, tuercas también si lo quieres. En un segundo, en un fogonazo mental, eléctrico y El Amor de todos, así de golpe vives el fondo de los siglos, de los sabios terribles, de las madres duras: no sé nada, pero aprendí la actitud, querer. Miles los tuyos, miles, miles, miles, oh. Luego pasarás a otra cosa, será otra hora del día, descreerás, creerás frío... pues bien: no hay conclusiones, pero hay desarrollo, nómbralo, ríete de él, mira los objetos, te corresponden, El Amor de Todos.

jueves, 1 de octubre de 2015

¿Y si hubo quien vio el partido en la plaza Lubyanka, sin poder disponer de su castellano con los gerentes rusos, los elefantes que no mencionaban a los mamuts? No hubo maní ni boato (la palabra mamut en boca de tu hijo, Memoria y Prehistoria), el desconsuelo fluctuando y las palabras sumergidas. De él no dependía el futuro del cine soviético ni mucho menos, pero... y su estómago: ¿cómo evolucionó en los minutos siguientes, gasificación anímica? Flotando en un tiempo real logrado en alcohol para pertenecer a la especie, corrió una silla para no jugar con sus dedos y así notificar la desazón de estar lejos de cualquier corazón. Acariciaba el mantel eso sí, vivir en una capital ajena pensó, mierda... imaginó documentales sobre guerrilleros futurísticos deseando escuchar ópera. Hipocresía y Diplomacia como signo óptimo de respeto del Pobre Inmigrante hacia El Pueblo Imperial que recibe, se retrucó a sí mismo. Y siguió: si conocen tu risa, que ignoren tu llanto. Comenzaste bien en esta vida sin refugiarte en el dibujo, valiente de una manera condescendiente y alejada. Los Extrovertidos del Bloc te veían pasar, pero no en manada. Hay cosas que si se tratan bien, hablan por ti. Quien sentado respiraba así tenía un hijo (Mamut, mamut) y otro estaba en camino, inútil gritarlo entre el humo de las cacerolitas que a ratos remecían, al llegar, las mesas vecinas. ¿No es así como nos pasa a todos?, pensó. No, no es así, pensaría un tramoyista.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Tuve frases, tengo frases, ¿y qué? Otros días la torpeza destruye caras. Esgrimir que no hubo compañeras de curso, pero a qué juez, a qué jueza? Creíste en todo lo intermedio y así nadie surfea el mal humor propio ni ajeno. Los otros actuaban como si poseyeran verdades reveladas, lo decían y superaban a los "buenos", a los "inteligentes". Hablando de algo se habla de muchas otras cosas, ese era el gancho minoritario, ahí residían las verdades, era tan claro, todos los Viejos Grandes lo decían. Estaba bien, pero eso no marcaba puntos, menos ahora. Otros jugaron jockey o vivieron apresurados por las amistades, nosotros imaginamos campañas. Ahora despuntan los árboles, despunta la muerte. Mientras días maravillosos quedan en los estómagos de los que recordarán demasiado la infancia plena. La cima del árbol es más que un símbolo, subyuga los ojos y prepara la emoción. Entremedio mil cosas, efectivamente nuestras.

viernes, 7 de agosto de 2015

Más que alma chapoteamos en Tiempo, nos dejamos recluir tras las palabras impresas de los Poetas Autodenominados, para no farfullar elogios, ironías cansadoras, si a fin de cuentas El enemigo no está ahí. En cambio "El Padre Tiempo" nos incluye en el hecho compuesto de respirar y así, hoy... el féretro visto de lejos aún no cerraban, practicando de nuevo la no contrastación nos sorprendimos pues diagonalmente algo vimos, mientras alguien se abría paso diciendo "Quiero ver"... En una misma tarde, hablando sin querer hablar, notando que ya no importa mucho ni nadie recuerda mucho los nombres de las canciones, silencio absoluto por suerte en el auto de los que son y se sienten deudos. El cementerio en cuestión no ha entrado ni entrará en la Postmodernidad. De hecho, no hay muchos teléfonos celulares prendidos, hay barandas de madera... Flores caras o baratas, en otro país los tonos de la vida y la muerte no reaparecen un miércoles a media tarde. Miles de lápidas para que una sola lápida sea pedida en un mármol no tan blanco, un mármol que tenga tantos oscuros como sea posible. También se habló del espacio necesario a dejar para posibles otros residentes de la tumba, que por eso la inscripción de Gibran debía resituarse bajo el nivel de los vasos con flores. Luego silencio, silencio y aire lejos de todo viento, familias que envejecen.

viernes, 3 de julio de 2015

Del encuentro rápido con amigos surgen y salen a flote ideas que no creíamos tener, una película escándalo no nos escandaliza si no que nos hace pensar en ser aún más caseros y más tacaños, menos espaciales. Se muere la gente que conociste, hay fútbol, cocinar no es egoísmo puro, mataron a De Negri en un día como hoy. De esta mañana en que El Rostro parece más joven y el despertar es emocionante, parten rayos, en este momento en que estás viva, viva en la oscuridad, y te sumas distinta a la gente en los buses y en los almacenes, te agregas, no los rechazas, Bella. O la dificultad para hablar de Verano de Coetzee, un ladrillito que marca el año, oh extraña alegría. He ahí un par de verdades que superan lo provisorio. El amarillo puente de fierro en el calendario remarca el territorio posible desde aquí. Algunas personas parecen hablarte y hacerte guiños desde el fondo de un par de libros, no te vendiste si no lo justo y necesario, he ahí un pequeño dilema. Obreros (¡obreros...! ¡oh!) van al cerro a talar madera por quienes juegan a analizar en público este tipo de sociedad, al agua van los números del bingo de todos ellos y de sus hijos privilegiados, ¡no alcanzarán a engañarme!. Lo prometo. La voz aguda del que canta las secuencias, sus números falsos, no es como en las carreras de caballo, siempre más bajas, siempre un poco más puras. El relato se ha disuelto, pero el Amor subyace, El Rostro se impone, brilla Coetzee, estamos juntos. Nunca moriré sin haber creído al menos hacer un par de cosas. Calle san Diego escrita en una pantalla.

miércoles, 3 de junio de 2015

Todos tienen razón en la Ciudad y al Bosque no llegan cartas con esas razones. De poco sirven ya los libros, pero sirven; gastar dinero en teléfono un mal menor. Papel higiénico escaso, aguaceros y días brillantes en filas tremendas se desbordan. Si vives, vive bien por favor, en tu estilo, pero bien. En un viaje un taca-taca a fichas hace macizo al Tiempo. La confrontación con los demás es un espejismo, sin ser budista y sin dejar de ser la aceptación de algunos sacramentos ambiguos. El dinero va y viene, Heráclito muere en cada salario y renace en el rumor de tu vieja ciudad natal. Siendo el personaje que baja del hotel con fichas en la camisa y el Viento vibrando en los ventanales, sin fotos de familiares que consultar. Mirando a alguien que hace una llamada desde un teléfono fijo, a la antigua, como una llamada perdida entre millones de llamadas a la misma hora, con mensajes parecidos. No superando la adolescencia como un credo, pero no entendiendo a los que lloran en las manifestaciones de protesta. Joven siendo viejo, viejo sintiéndose joven. Mal (risas ).

jueves, 14 de mayo de 2015

Con un libro viejo en el bolsillo de la chaqueta como los tipos que pensaba ajenos a mí, como caminan internándose en el aire los que saben de desgracias personales. Un titular dice antes lo que hace tiempo queríamos intuir: los artistas frustrados que destruyen el mundo sueltan su producción. El computador se conecta, debería llover pronto. La vida tarda en dejar sedimentos en el arte, revalorizar al pintor de brocha gorda nos lleva a la antigüedad política de las sangres. No saben persuadir los que sólo compran, no chapotean los eternos. Se deslizan los lápices por la mesa, no retes a los niños. La superioridad de una mujer bella, Leonard Cohen y el aceto balsámico, las condiciones laborales de todo lugar, las ruedas de los camiones constructores.

viernes, 24 de abril de 2015

De las anotaciones que se pierden (¿intencionadamente, calurosamente?), desde la confianza en recobrarlas, partir de nuevo es algo no tan menor. Herbert va de nuevo contra la corriente a mansalva: recomienda ironía. Pero no para todos los casos, sólo en caso de Grandeza. Sólo en caso de estar en Tanger y ser abordado por Los Vendedores. Sólo en caso de no desear nada y ser visitado. Sólo en caso de comprar de nuevo un Crocanty y sin preveer realmente ningún reto. Y así.

jueves, 26 de marzo de 2015

Poemas de Kerouac de nuevo en el bolso tras una pila de tiempo (el tiempo no se amontona, corregir?), otros habrían muerto sin techo ni razón. Las camisas que algunos aman llegan demasiado pronto a los escaparates de las bahías, los nietos de los dueños recordarán? En días de viento los libros abiertos, mientras las puertas se azotan como si no hubiera niños. La continuidad del fútbol entre los signos inconexos aploma a los gestos que se perderían. Dónde busca un niño algo antiguo si quiere, si se adelanta? No llega a llorar en esos tramos, más bien se dirige a distintos puntos notando su cuerpo. Tristeza latinoamericana diría el beatnik más triste del corazón enorme de Canadá. La lúcida niñez para pasar a una adultez prematura, piénsalo.

jueves, 26 de febrero de 2015

Meteorito////////////// Crecieron y luego murieron los dinosaurios y tu camisa es asiática. El meteorito debe enfriarse entre el espacio que abandona el amor al recargarse de poetas los siglos venideros. Sube la cápsula rigiendo la estabilidad de las ciudades y de los bosques ganada en las acequias. Transpiraste entre árboles hablando! Los árboles fueron viento y tus oídos lo pulieron. Vagaron las manadas preparando los muebles y los llantos aún insólitos. Ya ocurrió el fin, el comienzo y el sueño. Sabemos lo que es un atardecer y mil atardeceres.

lunes, 26 de enero de 2015

John Martyn en un aparato en los suburbios de Santiago de Chile, la lucha política un dos de enero se hace con los párpados. Lo impersonal es personal si los datos cuadran en el corazón, Marcela. ¿O el maquillaje no sería un ambiente sicológico? Las jirafas imparcialmente son antiguas y quizás extraterrestres. ¿Alguna vez entenderé el conservadurismo político de Ray Bradbury? ¿Alguna vez integrarán la muerte de Spinetta? Algunas arañas listas para ser muertas se comen a otras más peligrosas. Nada hay que entender, Bradbury es poeta, no le debe explicación si no a los árboles y a los camiones cargados como los del Cajón del Maipo. También hubo cosas del signo contrario: el rol jurídico de la Asociación de Ajedrez de Maipú no cesó ni un solo minuto durante la dictadura.