miércoles, 21 de marzo de 2012

Todo lo que aquí llaman cultura





Y bien, le dijo el hípico al boletero, creo que siempre es recomendable guardar algunos recuerdos en las alforjas.
No quiero mostrar todo lo que aquí llaman cultura sino a mi abuela, quien por cierto sabe que cada generación tiene su cuota de odio.
Un día me lo dijo. Un miércoles. No llovía ni había televisión.
Me dijo también cosas ambiguas sobre los alemanes esa vez, cosas exactas sobre Green Cross, la quise.
Sé que a usted esto no le interesa, pero me encantaría que fingiera lo contrario.
Es raro tener por trabajo el sentarse en una minúscula caseta en el mismo recinto donde hay tanto movimiento y pasto y gente.
Digo esto aunque yo también aceptaría vuestra labor, yo aceptaría toda labor. Pienso, de vez en cuando, que el trabajo es de las cosas más misteriosas que existen. Y sabe? Tras esa idea nunca pienso otra relacionada, queda ahí, no hay continuación, será que es una verdad al menos en mi apacible vida? Qué cree usted? No le alcanzo a escuchar...
Otra cosa es una idea un poco más loca: creo que no puede hablarse verdaderamente de las pinturas, de los cuadros. Por qué? No sé, pero estoy seguro, o bueno, bastante, no totalmente.
A veces me gusta tener el programa de las carreras en los lugares más extraños, entre la bufanda y el cuello o en el cuello de la camisa.
Supongo que es para quitarle gravedad, sabe?
Yo si tuviera que parar la olla con esto, no podría apostar. Es extraño, es como no creer en la seducción como camino de intercambio con las mujeres.
Ya hay, y en buena hora, demasiada simpatía en el Mundo. Para qué agregar más juegos si hay tan poco tiempo?
Estas cosas nunca continuo persiguiendo en mi mente, no se asuste.
Por eso, en el fondo, no sé de qué depende que algunos oigan a unos y no a otros.
Sin duda hay muchos factores, pero no me gusta hablar así, es decir, hay que alegrarse cuando una bella creación sale a flote, que importe ésa y no las mil pisoteadas, digo.
Por eso apostar me encanta porque nadie pretende otra cosa aparte de la apuesta.
Es un papel, hay una carrera y está usted.
Además con eso que no es útil, hay libertad, o al menos, tiempo dentro del tiempo.
Esta tarde Quinela eso sí, no quiero arriesgarme, ando cauto debido a la ingesta de sopaipillas (con zapallo, ojo)
Buenas Tardes, mis respetos y gracias.