viernes, 19 de agosto de 2022

Amor, Marcela.


Se hacen poco los labios

poco tanto romanticismo cortado rápido por la ironía

la naturaleza a la que vuelve siempre tu cabeza amada.

Las gestas históricas de los verdaderos, diría

están pegadas a nosotros tal ropa transpirada

pero hay demasiada gente pidiendo dinero un viernes por la tarde

y ambas son exigencias personales, nuestras, sobre todo tuyas.

Diría y diré algo sobre la cerveza que beberemos

con algunos minutos del frenesí inútil y terrible y hermoso del Tiempo

los cuerpos parecen nubecitas donde nos anclamos uno en el otro

y quizás el amor es aceptar el límite de ello.

El llanto que se produce no es mejor que el silencio

y la superficialidad de los gritos quizás nos ayudaría a seguir.

Todo esa fantasmagoría de lo perdido resulta cierta

nos echamos nos acurrucamos si tus piernas nos salvan

admitimos los calendarios, me río para ti, tu vanidad salva las plantas de la ciudad

los hijos nos dejan una eternidad rellenada de morisquetas y emociones

unos minutos a solas, semanas y si queremos meses y más

lo saben y no lo interrumpen.

Tu cabellera se compara con la mía

estamos mezclados en la soledad atenuada

hablamos como hablan otros

comemos platos repetidos, enojos para ser importantes

para tener varias vidas revoloteando un jueves o cualquier otro día

por vivir la insatisfacción total con uno, pero sobre todo con los otros

porque es así y es nuestro, sobre todo tuyo, 

amor, Marcela.





viernes, 29 de julio de 2022

Dónde están todos a media tarde?


Dónde están todos a media tarde? le pregunto a ratos a la memoria.

Los que lloraban al mediodía, a quienes agradecí emocionado, 

esos cocineros que nos mantienen, esa esperanza dura y áspera...

Era yo el que hablaba, ¿o no? 

Sé que seguimos y me basta.

Viernes en el universo 

atiborrados a intervalos de canciones, desbordados los cuerpos por el Tiempo

con fuerza musitando: 

las voces que nos relevarán ya nos aman

quizás hace cuánto.






martes, 17 de mayo de 2022

 Un par de ciudades del mundo



Un par, otro par de ciudades del mundo

cuando ya no queremos pronunciar más sus nombres

tantos datos, tantos inventos, por ejemplo los trenes

para terminar suponiendo los empujes de la memoria.

Rotundo que ni descansemos en la excusa del presente

desaparecen las palabras, desaparece la palabra camino

esto es lo que llamaban final que continúa

algo silencioso que queda encendido

todo el tiempo cargando de golpe un intento

todos los tiempos hundiendo y desfondando las esquinas

donde irán a tomar gin quienes tengan condiciones y furor

o el mérito de vivir y los desbordes de la muerte.




sábado, 7 de mayo de 2022

Lo que iba a ser escrito al inicio.



 Olvidando lo que viví

olvidando lo que iba a ser escrito al inicio

tras un día entero entre amigos, confiando en lo principal

el riesgo de escuchar, las avenidas, el tiempo.

Se agolpan los cuerpos en los cruces luminosos de las ciudades

nos pusimos en un costado adornado

los hechos se apilaron y olvidé lo que hice

superé las biografías pero no los días

recordé a mi abuelo gracias a una foto

no escribí lo que me trajo acá

lo olvidé y estuve de acuerdo con esta paliza del tiempo

estoy aquí al igual que tú.


miércoles, 23 de febrero de 2022

Pájaro, gato, barata.

Pájaro, gato, barata, no entres por favor, oh, te amo
pero no puede haber más que un animal en casa.
Soy un toro, un zorro o un mamífero, no importa. 
Aquí estoy tapando las rendijas y vigilando la puerta abierta
no quiero abrir los correos ni saber lo terrible de las líneas de la mano
necesito de los recicladores tal como todos 
van y vienen, orgullosos y amables
ellos también lloran al saber de la muerte de cualquiera al otro lado del planeta. 
Más que un detalle es el trayecto hecho de duro silencio 
que en palabras sería la alegría vaporosa de seguir
el lugar donde nos alcanzamos a parecer 
por el tiempo que sea.

 

Ya no.

 

 

Quizás sientan que ya no espantamos a los gatos de los vecinos

o a los callejeros,

los dulces conejos que se mantienen a cierta distancia,

las diferencias que van quedando entre campo y ciudad.

Llegará el alcohol que se compra por internet

en la espera llegan voces aún desde la calle, no todo se ha terminado.

Ha muerto Mark Lanegan y la familia se fue de paseo,

a una ciudad con mar.

Los lápices, las témperas regalo de cumpleaños se mezclarían hoy con los libros y las plantas

las hojas avisando la variación de la luz

el viento de estos últimos días de verano.

 

martes, 22 de febrero de 2022

Lo aceptamos.






Hoy como ayer, mucho parece vanidad/
la vanidad opuesta a la poesía/
esa maldita vanidad que vuelve y vuelve a perder, a mentir contra Lanegan y mil maravillosos seres más, no importa./
Y entonces estuvo bien no hacer tantas preguntas/
¡Retórica! En fin, lucimiento… /
De allá para acá y en todas direcciones./
Mientras, las abejas pueden saludar al caballo que bebe agua junto a un árbol./
Los muertos no ríen sobre los vivos, ellos ya no existen, vivieron, sí./
Suena el agua, viven las orejas, amamos, sin duda vivimos/
sobre todo erramos y poco más./
Desaparecen de golpe las abejas y lo aceptamos/
en el acuerdo de la posibilidad de su vuelta/
en unos minutos más.