viernes, 30 de noviembre de 2018

Un aparato que sigue encendido deja que sin volumen El Oficinista del Clima penetre otro hogar, una casa, al anochecer, Santiago de Chile, a lo Poltergeist. Su familia vive de eso, de esa intromisión, de ese hurto racional... necesita nuestro olvido. Por otro lado, fue hoy por primera vez que pregunté por la Cerrajería que estaba en ese número, en esa calle, avenida. La negaron y me inventé un probable secreto pacto tras ese silencio, la negativa fue demasiado vistosa. No hay que ser observador para tener quietas emociones dignas de un detective amateur. El escepticismo no tiene altar y cada fiel desanda lo que otro camina. Es un asunto de grados; un elástico que se estira y vuelve, pero ¿con qué velocidad, a la vista del resto? Y sí, es un asunto rudamente solitario. Ola de calor anuncia, es decir los dígitos notan eso, pues su rostro no denota nada; desde su chaqueta que juzgo oculta carpetas, desde su chaqueta pocos enarbolarían un viaje universal. Pero le diría sólo a él que al ex regidor lo secuestraron desde esa Cerrajería a la hora de almuerzo, aprovechando que sus compañeros habían salido, fue personal FACH. Se lo diría con palabras escogidas, pero muy simples. Y quizás, dependiendo de las ganas, le diría: ¡Qué infamia ir en grupo a atacar a alguien! Que el dueño del lugar hizo la denuncia y hoy nadie sabe de la cerrajería ni de las nubes cirrus, que el final fue trágico, abominable. Y que él y muchos más viven con eso, un par de minutos al día y es algo sombrío. Pero no lloverá.