martes, 2 de diciembre de 2014

Consejos muertos de fin de año, la apariencia de actividades colapsa las entradas y las salidas a todo. Millones de días de inexorable viento veraniego, nadie avisa a los muertos el toque en el hombro por parte de un ser vivo, quizás un sueño. Este día es el que alguien buscaba para comprarse zapatos en Occidente. Momentos perfectos para que se seque el cemento que abrirá el próximo alcalde, inesperadamente progresista y frustrado. Símbolo también de los que no saben ni pueden en la vida práctica, el poeta que no termina de ser poeta escribe media línea con la que sueña sexualmente. Tarkovski lo logró, el jardinero lo logró, cualquier madre lo logró, una mascota lo hizo, Dios, Piaget, David Bowie, etc. Pero tú, pero ustedes, y yo, cuándo mandaremos alguna carta, como se hacía antes? Dirás o alguien dirá la palabra Provincia, que también es el título de una película.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Placer gracias a Fontanarrosa, en la biblioteca, sed, parecido a ocupar sillones en medio de las semanas cuando nadie recomienda soltar las articulaciones. Luego, de golpe, llegar no a los lugares sino a los olores de esos almacenes de antaño, donde la verdura era más que los abarrotes. Las figuras canjeables de las empresas heladeras, flotan al menos un instante en este cerebro, aferrado si de aferrarse hablamos. Lo que hacían los gobernantes del mundo en esos meses, tampoco después hubo muchos que se lo preguntaran, ni militares ni civiles supongo. Habría que admitir también para ellos la conexión maravillosa de los recuerdos. Habría que ver la cabellera propia como bella por el viento al menos una vez. Quizás es verdad eso de que se nace varias veces, al menos en la sensación. Nadie cree en esas frases, pues las asienten, como fotos en la nieve de alguien antes que le conozcamos. Pienso en la alegría que siempre vuelve, es llamativa esa facilidad de tantos para vivir. Como si el asunto de toda esta especie de tránsito fuera universal y no sólo psicológico. Desear ver el río e ir altiro a verlo, ese tipo de efecto, esa disposición de la propia vida, en apariencia tan limitada a ratos, querer ver el río e ir a ver al río.

jueves, 16 de octubre de 2014

De pronto la Cordillera es una visión. Baila, bailotea en los ojos; ella está fija, es la retina la que saltaría sin terminar de remecerse, es un asunto ocular y no externo. Lo externo es la chispa del comienzo, pero súbitamente entonces la cordillera ahora es una visión. Una visión es necesariamente una imagen con movimiento, una imagen en medio del terremoto perceptual, es una imagen vivida: esto no excluye la posibilidad del surgimiento de toda una película de la Cordillera para los que gastan su vida, su corto tiempo terrícola, representando y sobrerrepresentando: es de nuevo de esa manera que el arte se configura en la sustitución de la experiencia o en el redoble exagerado de ella. En ambos casos el conjunto de la vida sobrepasa su mismo íntimo obstáculo.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Tan anestesiados la lluvia quisieran que no mojara. Una canción es la contradicción del Tiempo, aquí allá. El ancho mundo ya conocido deja confirmaciones infantiles. Todos marcianos, pero muchos sin ni sospecharlo, todos con horóscopos de capricho insolente y amor abierto. Todos en relación a Júpiter, llorando y riendo arreglando canaletas. Las personas especiales, los vendedores especiales, las moscas únicas. El brutal vendedor de comics tiene que jugar a superarse en mal humor. A todo un no, todos equivocados salvo su lugar en el mundo. No tiene celular, contesta el teléfono fijo amabilísimo mientras se pudre por tener gente de carne y hueso en el local manoseando cosas que seguro no comprarán, el mundo va equivocado... Pero vende a Clifford D. Simak, ¿se quedará pensando en eso? No! Para decir y clavar dentro de un mutis por el foro: Abrazar la ciencia ficción también requiere una preparación, un tipo de vida, un fatalismo, un estado de inconciencia, una conciencia esperanzada y una vuelta a las primeras impresiones. Ser guagua vieja. Lo que saltas te busca y te obliga a volver.

martes, 19 de agosto de 2014

En el tiempo de las casas y de los autos con alarma, quien tiembla frente a la página (la pantalla) en blanco no siente más que un cosquilleo en los codos. Kavafis socavó la metáfora sustrayendo de sus líneas la comparación del "como". Quizás reclinado no pensó en nada lejano y acercó un libre vaso de agua fría. No vio neblinas. Más bien sintió próximo a una ventana que da a la calle un calor marítimo, violento y ventoso, con calles llenas donde las personas no se presagian enteramente actuales. Es un tipo de calor feroz que quita orgánicamente, durante décadas o generaciones, las ganas de mirar hacia afuera.

martes, 29 de julio de 2014

Musgo en algunos techos, releva el desocupado oficinista. Quien inspeccionaría sus codos tras las labores, o las soldaduras que no dejarían dormir, y su olor, en su disposición emocional. Al filo de las breves circunstancias, la historia del país para volver secundarias la historia personal y la de los universos extinguiéndose.

viernes, 20 de junio de 2014

¿Cuándo nevará? pregunta el gran hijo. No se sabe, el centro de la ciudad es muy bajo, pero quizás pronto nieve, dice el bicho. Ya, termina el primero.

martes, 27 de mayo de 2014

En lugar de rezar, despertar pensando en mantener calientes los pies y el borde de las orejas. La doble represión del olvido tiene una trizadura la cual hay que aprovechar. Un tipo de timidez se expresa en la acción gentil.

viernes, 11 de abril de 2014

El que escribe no se duerme, o no debería. Quien lee puede así inducir su sueño. La suspensión de la verdad es un lujo que se dan los turistas y los que viven como turistas. Detener un corazón es una labor múltiple. Quien hace chistes raramente se siente comprometido con reír de los chistes de los demás. Menospreciar hacia afuera la propia profesión es creer realmente que es lo que uno tenía que hacer en este tipo mínimo de vida. Hay que seguir hablando de marcianos porque ya casi nadie habla de marcianos ni de Marte. El frío, el calor de un marciano, de una marciana, no se comentan, son secretos de estado, secretos familiares. Salas de clase vacías, los maestros de sí mismos tendrán que reconvertirse en futbolistas o guardias. Chaquetas de cuero te obligarán a comprar una moto. Luego el frío, el viento helado de un día soleado, más un hombre mayor enfermo frente al mar en una reposera, alguien sano tendría whisky y muecas. Suerte para los castores, las calculadoras y los celulares son desechables. Los cohetes inalcanzables donde viajan los que se conocen hace siglos.

viernes, 28 de marzo de 2014

Quizás existan bloqueos astrales, no hay manera de comprobar tajantemente lo contrario. Bloqueos astrales... especie de rutas que se taponan, órbitas enormes que se descarrilan, muy parecidas a las rutas de las hormigas, semejanza nunca suficientemente admitida. Mientras, la política y los cortes de pelo llenan los espacios dejados por los átomos de la estrechez. Tapado un oído, la antigua música no influye, no pesa, "el peso de un beso" dice Louis Aragon, el peso de un beso... Las clases también se suceden con altibajos para el que las hace. "El amor está lleno de cosas que no son amor", Armando Uribe.

martes, 25 de febrero de 2014

Ignacio Vergara/ Curas rurales antes y hace menos tiempo un cura obrero, Ignacio Vergara. Lo Valledor, El Salto, Maipù, El Montijo y Arica, 'tirando para abajo', profeta y no fundador, el mismo misterio constante del hombre que disemina rayos a su alrededor. Misterio para el resto, no para sî mismo, veranos innegables. Ninguna joya es inocente, pero puede ser usada sonriendo por alguien inocente, pensarîas eso? Transcurre la tarde, pensarîas eso? Sabrîas de las colonias de verano para pobres en Las Cruces? Por qué la dulzura de su vida queda si su vida fue conflicto? Ciertamente es el otro el que nota, se maravilla y califica. El detalle de ser un humano no es la edad de una joya vieja, pero no es completamente diferente. El ego dura un rato, como un olor, y luego campo compartido, traspaso y final. Puede sacar del silencio sôlo el que rompe raramente el suyo. En cuatrocientos agnos mâs seguirân habiendo tardes como estas, nuestros descendientes reirân y sufrirân, oh cuàn solos estarân, sî. Ignacio Vergara, cura, gâsfiter... el chiste hormonal del jazz en la mediagua, sentimientos. O lo intransferible de estar vivo por ejemplo el setenta y cinco en Santiago de Chile, el ochenta y tres y asî.

sábado, 18 de enero de 2014

No hay máquinas que prueben eso///////// En una entrevista nos hace bien que el escritor desconocido aún diga "Es la libertad para no ser miembro del rebaño". Oponerse cotidianamente quizás viene dado por lo genético, no hay máquinas que prueben eso. Despedido el profesor resistente, las dos reacciones usuales: nadie salvo una persona homenajeará sus maneras libres, y por eso bellas. Compartir fruta, tomar solo, las últimas salvas del que se siente excluido, y lo está por eso. Exclusión de las mujeres, más heroica aún y callada, sino de las esferas celestes. Amargura tierna y quieta de todo padre: cerca y lejos siempre existen y con fuerzas virulentas. Tú debes poder enhebrar tus frases pues hay tantos que aprendieron a hablar fuerte, claro, reposado y profundo. Si te secas, no podrás emocionarte con la emoción de tu hijo. Si te olvidas de hacerlo distinto, si cedes infinitamente, si eso pasa es como lanzar gas adormecedor a tus cercanos. Duerme las siestas que debas dormir, no escuches los estertores del dolor ni las críticas indispuestas, hazle honor al pasado. Termina.