martes, 28 de agosto de 2018

Habla harto de nosotros, de la época, un poco, que las enciclopedias que antes se vendían ahora se regalen. ¿Pero qué libro tiene razón? Envejecer sería dejar de fabricar señales, trazas, sería empezar a comprender a los que se comportan así. Transportar enciclopedias de una comuna a otra, un tráfico difícil, una broma ilustrada. Y las palabras serán recortes escolares, funcionarán parecido. Si bien vivir equivocado se atenúa si lo sabemos. De ahí que el único reducto discutible sea el de las ideas, de ahí que haya que rastrearlas y reírse de su eventual inexistencia. No veas el partido sino en busca de las ideas que se mueven o que faltan. Exigirse y exigirlas y luego saber que se prueban en la práctica, del medio-campo, de la manera de correr, todo lo que se hace y se dejó de hacer. Señor Entrenador: ¿qué pretende poniendo laterales cambiados? ¿No era mejor entrar con Díaz en tren de desgaste y luego meter a Henríquez, ya que usted parece querer incluirlos? ¿Por qué poner tres delanteros si no se arma juego desde el medio? ¿No faltará un hombre en el mediocampo? ¿No era Echeverría ese hombre? Esto no es con el partido terminado, son ideas desde hace por lo menos tres partidos. Ideas. Ideas sin cauces de poder, sólo ideas. Más que un diagnóstico para el próximo campeonato, apremia este final magrísimo. Es un final que sólo se resuelve removiendo el pasado, lo real.