lunes, 27 de abril de 2009

Esta manzana







Amor, el olor de esta manzana que cortas en dos oh en este preciso momento, me trae el olor mezclado de las frutas y los lápices de cera, desde un tiempo pasado, otra vez.
Es como un olor ahumado.
Me trae también el olor de un plátano al fondo de la mochila un sábado, olvidado desde el lunes.
Me llega todo esto hoy que debería estar haciendo otras cosas, como siempre, me distraigo con la primera insinuación, recaigo en la propaganda narcisista de mi espíritu y de mi pasado usual.
En todo caso, el único afectado directo con todo esto soy yo...
Ni siquiera cuento aventuras, las aventuras no existen...
Quizás todo esto no es sino compensación... bueno, en caso de vida o muerte siempre podremos ir a hablar con Don Guido, quien aún hace sus estrictas rondas por Linares, Chile.
Aquel olor me trae calcomanías, calcomonías, intercambio y robo de calcomanías, el olor también, tras tenerlas mucho rato en las manos, el de la cola fría también.
Estar en clase de caligrafía, por supuesto, con el cuaderno especial de caligrafía (azul, celeste), mirando por los amplios ventanales la lluvia, no el sol, el sol se vivía en el patio, el sol no se miraba, el sol era con los demás.
Abrir y cerrar sin sacar nada del estuche de cuero café que me duró años y años, buen cierre.
Nunca le puse mi nombre, sí el de La U y de algunos de sus jugadores, ayayay.
La última página de los cuadernos siempre más real y más importante que las primeras con los datos y los ejercicios de diagnóstico.
Leo una breve novelita enorme que desliza la idea ( o yo la leo así, ja), que el tener durante la adolescencia una idea romántica y exigente sobre la amistad y sobre las mujeres se debe a la relación distante, pero estable con la madre.
La relación es estable pues se ama a la madre, la relación es distante porque se es arisco, se desdeñan las caricias, claro, un clásico (había escrito arisco con z, por qué? Responde inconsciente ignorante!).
Con el padre no hay psicoanálisis, con él se habla y se cultiva el mismo humor, casi siempre...
Da lo mismo me dirían los Muchachos.
Claro, son sólo recuerdos, son novelitas, son teorías.


Braulio Musso

2 comentarios:

Johanna dijo...

en realidad, a dónde estás?

braulio musso dijo...

Querida Desconocida:

En verdad, me sorprende absolutamente vuestra pregunta por su pertinencia.
Usted está salvándose, lo cual nos parece sobresaliente.

Fidedignos abrazos,
La calle donde caminó Alice Lardé de Venturino, el perrito que la vio.