lunes, 27 de julio de 2009

Ni una línea





Ni una idea valedera en todo el día, ni una línea.
Aspiraba a eso, no fue. No debo creer tanto en la desconcentración, tampoco repetir la obligatoriedad de su opuesta.
Todo esto puede ser la descripción abyecta de esa nulidad.
El calor revienta los lápices a pasta, las cosas no han cambiado tanto desde que Dasayev era arquero de Rusia contra los belgas.
Qué bonito tener buena ortografía sin saber las reglas!
Pocos se enorgullecen de los pantalones ‘cotelé’, muchos lo hacen de tener ‘vaqueros’.
La tela azul desgastada manda, el símbolo.
El Estado francés vende y vende armas a países ricos y a países pobres.
Cada quien vende lo que puede.
El almacén ‘Los Pitufos’ aún existe?
Ellos vendían de todo, pero cerraban temprano, incluso en verano (reaparece nítido el rostro de hace veinte años del dueño...).
Por qué siempre me parecían tristes esas ramadas del verano con melones y sandías?
Estas bagatelas de exhibición de impresiones personales son un muestrario plomo, neutro.
Por qué siempre me parecían tristes las cosas que forzaban al verano alimentario?
Quizás porque no se relacionaban con el helado viento que se levantaba corrientemente por las noches.
La corriente estructuralista no me estructuraría una respuesta de martes a la una de la madrugada.
Una teoría debería ser capaz de hacer eso.
Por otro lado, quizás está sobrevalorado el medio universitario.
Quizás es necesario poner un puesto que venda sólo beterragas, como gatillante estético de las respuestas personales inarticuladas.
Bueno, lo que no está articulado actualmente, no lo está y con razón.
Es tarde.
Conozco gente que está pintando en su casa ‘feliz de la vida’.
Ellos me conocen a mí,
un saludo.

Braulio Musso


2 comentarios:

Sultán dijo...

Eso mismo.
Andar a cachetadas como en el video 'True Faith' o caminar y tomar fotos o bien tocar guitarra o bien refunfuñar y callar al mismo tiempo, a veintemil milimetros cúbicos por hora, no?

Los raperos de la foto están enojados porque ya no les queda pintura en sus latas y su madre sigue esperándolos tiernamente con 'picarones'. Los que escriben están aburridos de leer o quizás no tendrían que hacerlo por obligación borgiana, las universidades o el medio. A todo esto, es desagradable hablar de 'medio'.

De todos modos, las betarragas se comen a mascadas y los lápices se quedan escondidos en el fondo del bolso o debajo del escritorio, y claro son bonitas y dulces... se me ocurre que podrías usar tinta de betarraga para llegar a un acuerdo, no?

Santa Hildegard estará con nosotros y nuestros vasos por siempre y no así los colores rojos y azules que culminarán en una bola de color café luchando con una bola de plasticina mezclada con todos los colores posibles (esa, la de los peques). En el futuro habrán tres equipos de fútbol y yo no estaré ahí para contar nada.

Atte.
El profeta desempleado.

braulio musso dijo...

Sea.