Héroes Sabios del Mar
No es obligatorio mezclar flores plásticas con flores de verdad.
Por supuesto: se puede hacer, pero...
Tampoco se puede vivir pensando que desaparecerán, de un momento a otro, los monumentos y los edificios queridos de la ciudad.
Uno no puede pernoctar a su lado, con mantas, guitarras y garrafas, pensando en que será la última vez para apreciarles, descubrir sus detalles, para mirarles realmente.
Santiago es indestructible.*
Las listas son largas, las manos dos.
Pero... Qué estado de ánimo es éste donde se releen folletos estadísticos del arte?
Pienso en Andrés Aylwin, en Clotario Blest, en Pierre Dubois, pienso en ellos, es decir, en su imagen carnal y sus vestuarios y poco más.
Pienso ahora en ellos como se piensa en un bloque fortificado de super-héroes sabios del mar y de las gloriosas sierras, contadores de chistes vanguardistas, comedores de tortillas con queso blanco, grandes tajadas.
Tomando en cuenta todo el festival de desparpajos y vociferaciones, creo que los más moderados son los más visionarios y los más arrojados y los más olvidados.
Oh, Jardineros con Conciencia Social:
Vuestras familias os esperan para servir la comida (toda clase de guisos con carne).
Si no tenéis familia: todo es una famila.
Braulio Musso
lunes, 11 de enero de 2010
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