Rito que permite
Desde dentro del estadio se pueden recordar estampas del gran arte sin sonprender a la mente.
Mirando un nuevo partido por televisión, pueden llegar ideas fecundas, desconectadas.
Este es un rito que permite.
Un mundial de fútbol es el sueño de toda persona que odia el fútbol: sus críticas inteligentes no se le responderán, el viento seguirá pasando a su lado.
Su interesante y equilibrada vida seguirá su curso y el resto seguiremos perdiendo nuestro tiempo, creyéndonos de bandos distintos, encasillados por bellos discursos de utilidad.
Pero por qué están tan alegres los niños con unas banderas gritando un par de cosas en una calle de inmigrantes en el país que los desprecia?
Por qué sus sonrisas son toda la vida del momento?
Que cada uno lo descubra, si puede.
lunes, 28 de junio de 2010
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