Caminar de nuevo
Caminar de nuevo, oh, tras décadas, literalmente, oh, por los Bajos Pueblos,
oh, algunas cosas siguen en pie, sí.
No sé cómo, pero han respetado el terreno de la antigua Escuela para Ciegos.
Su frontis se quedó en el Tiempo, un cartel más atrás dice hoy Escuela de Lenguaje.
La última lluvia le da un carácter pulido a las esquinas, a las veredas.
Florecen, me parece, las tapîcerías y los negocios para mascotas.
Un señor lentamente me da las gracias mirándome, al yo desearle un buen día.
Una madre le grita destemplada a su hijo, estas eran las calles donde comenzaste a pensar todo lo que puedes llegar a pensar.
Trato de sacar algo de los recorridos de micros que pasan.
Hay quienes arrinconan los recuerdos, pues son tantos que se debe jugar a no poseerlos.
Tal como verse compelido a responder de golpe: 'No idealizo la infancia, pero tu infancia es tu infancia, si tú la rechazas cualquiera puede rechazarla'.
En fin.
Nadie salvo tú puede encontrar enigmática una calle como Portales.
De eso se trata, si has vivido realmente, sin tampoco ponernos excluyentes.
Por qué defenderse también al escribir?
Por exceso de realismo.