jueves, 26 de septiembre de 2013

Obviedades emocionales ---------------------- Se suceden las intensidades y supongo que esto es bien similar a las obviedades emocionales de la mayoría para darse el lujo mortuorio de consignarlo. Centrarse en lo que sirve, no en los nuevos Hitlers de internet: los poetas, los ciclistas, los bomberos y los vegetarianos. Esa antigua atracción por los que no sienten apuro en opinar, ese recuerdo de lo que nos han entregado. Ese jugador de fútbol que fue detenido y torturado y exiliado y que no quiso narrarle a su hijo sin que antes él le preguntara. Estaremos como estamos hoy. Algunos le dicen cena, otros comida. Hablar con una cerveza en la mano, no se enseña la emoción. Debería dejársele el camino libre y quizás hasta compadecer a los pajarracos que quisieron y quieren la fama en literatura. Es un camino tan absurdo como entendible el querer vivir de ello, además que a nadie se le ocurre gastar su vida en eso. La verdad más grande es que la cordillera es una fuerza. Comer un completo, Mapocho. Biblioteca Nacional, no poder inventar las ganas de fumar. No es mi culpa que muchos vivos se comporten como muertos y no es mi mérito que muchos muertos den tanta vida, los hayan asesinado para sus cercanos y se hayan vuelto imprescindibles para la buena muchedumbre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo un comentario pequeño.

He aprendido de la sorpresa extranjera el ritmo bravo, devorador, de la jornada laboral chilena.

No sé si sea tan fuerte como para crear muertos viviente, pero inevitablemente siento cansancio y sequedad al verme en esos sitios.

No pedaleo para emanciparme,y no creo en la felicidad como la salida con amigos a un pub una vez al mes.

Los detenidos desaparecidos no tienen fama, ni los torturados políticos. Y si llegase alguna vez...¿qué es esa fama, sino el doble abuso del crimen oculto? La TV no se ha sacudido sus herencias oscurantistas.

Hay algunos ciclistas que convierten en mártir a Sergio Tormen.

¿Qué pasa si imaginamos, si alucinamos, a Sergio Tormen pedalear su bicicleta por La Alameda, en una jornada laboral común y corriente?

El comentador de cicletadas