Las venas de los corazones.
¿Ya nombraron las ventanas empañadas de los buses
y las gotas que bajando surcan la cubierta?
Son como esas gotas verticales las venas de los corazones
de esas personas que Maquiavelo nombra como las realmente buenas.
Demorarse mucho, mucho, mucho, mucho en cambiar la ampolleta, tiembla semanas cada noche la luz:
esa es nuestra rotunda bondad.
Nos ganan los vecinos cuando accedemos a guardar al perro Trufaldino.
No importa que ahora ya no haya poetas
no importa tantas cosas.
Si este es el poema, la hoja del Tiempo, signos para muy muy atrás
sorprendiendo a los que murieron sin adornos.
Ventanas empañadas de la madrugada, gracias y adiós.
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