lunes, 4 de mayo de 2009

Las vacas francesas








Encuentro un papelito donde hace mucho había escrito: ‘Hay cosas que tienen el único mérito de ser recordadas, pero no de ser narradas’.
Me parece tan obvia como idea que me cuesta pensar algo a partir de ella.
Mientras, en la televisión muestran la feria anual de la agricultura en París.
Por una semana todos admiran ese tipo de vida y hablan de vacas, fardos y el orgullo de las tradiciones francesas, las cuales serían propias de un tiempo campestre.
Lo que me indigna de este festín es que nadie habla de las veinte centrales atómicas esparcidas por casi todo el territorio ‘metropolitano’, fenómeno que hace infame el pretender que este país llamado Francia sea ‘ecológico’ o ‘agrícola’.
O una cosa o la otra.
Hace poco escribí un intento de poema que me dejó bastante satisfecho, donde decía en dos renglones, con voz solemne y aguardentosa:

‘Todo país debe acabarse,
Todo país va a existir siempre’.

Recuerdo y anoto esto aquí como clave supuestamente enigmática, la cual busca hacer parecer como que no me enfado hasta las groserías con los mitos que crean los franceses ( que no son todos, pero... son algunos) sobre sí mismos.
Allá ellos...
Acariciando sus vacas y dando disertaciones sobre la lactosa y La Marsellesa.
Lo peor es que en este país se hacen libros por cualquier cosa.
Tras esta feria, van a salir mínimo treinta libros sobre la Francia Campestre del Innombrable.
Sea.
Amén.

Braulio Musso

4 comentarios:

Almendra dijo...

Hoy tuve tutoría con mi profe de práctica, le planteamos nuestra posible intervención social en el consultorio respecto a las madres que pertenecen a un programa de protección social a la primera infancia llamado Chile Crece Contigo.
Además de darnos ideas sobre como abarcarla y realizarla, nos contó sus historias de vida de cuando ella fue mamá.
Nos dijo que ella se ordeñaba (literalmente) todas las mañanas como una vaca para poder tenerle leche a su hija cuando se iba a trabajar. Nos hablo de la importancia que tiene para las mujeres ordeñarse como una vaca y que todas deberíamos aprender a hacerlo porque te da libertad.
Nosé si quiera tomar leche hoy a la once...quizás su explicación fue demasiado gráfica para la hora mañanesca en que me toco tutoría, nosé si quiero "ordeñarme" como vaca cuando me toque alimentar a mis hijos.
en fin... demasiadas vacas y leches para un día.
(además mi profe nos mostraba con gesto y todo!!)
¿todo bien por allá?
acá empieza el frío y es rico.
Besos y abrazos apretados.
:)

braulio musso dijo...

Experta Catadora:

La libertad de las vacas siempre la había mirado cerca de las praderas,
hoy vuestra perspectiva (y aquellos gestos de vuestra instructora...) me han sacudido del cliché.
Todo bien acá, sí, hemos comido Garbanzos.
Sé que te es difícil, pero ahora que sientes tu querido Frío, no vuelvas a comer helados en días bajo cero, por favor.

Atentamente,
Michael Chantilly.

Almendra dijo...

Querido señor Chantilly:

Al parecer la semana estuvo cargada a las legumbres pues inauguré mi temporada invernal con un plato de porotos con tallarines y longaniza (¿se llaman con riendas?)
Creo que mientras no llueva no habrán helados, mientras tanto un café amargo es mi mejor acompañante.

Con cariño.
Madame Amande.

braulio musso dijo...

Querida Receta:

esas riendas me han llegado muy fuerte en medio del hambre de trigo.

Sin más,
Amando Vero.