Una cerveza
Me duermo extenuado (un poco...) escuchando discursos sobre los productos orgánicos; son para mí, perro obcecado tercer mundista, son... al final de todas las palabras que puedan decirse, una industria más que quiere jugar con los excedentes que producen los asalariados de aquí y de allá.
En mi sueño (se me informa que he ronroneado y yo noto en mi comisura pequeñísima baba, como el apellido de Juan Baba, el ex árbitro internacional) prefiero la dejadez que supone la obesidad a la obsesión ‘huesona’ de la delgadez.
En mi sueño digo discursos contra esos productos (encumbrado en incómodos estrados y vestido como El Oso Fumarola y con brazaletes hechos de higos...) y cobijo en mis casas a aquellos que la moral nacida de esa moda, desprecia y desplaza, de múltiples maneras.
Despierto y doy gracias a la alta temperatura del verano de haber llegado al fin.
La enfermedad es una cosa, la vida otra.
Luego o antes de todo eso hablo con Mario, sobre Joey Frasier y sobre Fontanarrosa, me cuenta de un bibliotecario chileno que decía que todas las tesis son copiadas y yo de Luis Alberto Spinetta.
Mario es argentino.
Cuando le ofrezco una cerveza, me dice: ‘Y por qué no?’.
En Zaragoza no busqué ningún portafolio, pero sí me quedó resonando una frase que me dijo un feligrés para responder a mi ‘muchas gracias’.
Expresaba esa frase un ‘ pero de nada’ y un ‘no faltaba más, lo que guste’; he retenido la idea, que no la frase exacta.
Aragón por primera vez calibré.
Allá sentí una alegría instantánea, un mejor respirar.
Hay una alegría instantánea, la cual no hay que temer unir con lo que puede llamarse felicidad.
Al caminar por Aragón, al escuchar aquella frase, al coincidir con Mario hablando de Maradona (defendiéndolo yo más que él, hablando yo siempre de lo que hizo en cancha), se juntan en el sentir alegría y felicidad.
Al escuchar sobre los mercados orgánicos, no.
Braulio Musso
lunes, 23 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
Pitídos innecesarios; eso de que se tiene que apagar la tele (o la radio) antes de dormir es cierto. Quizás sacar la tele (no la radio) de la pieza es necesario y eso sí trae muchos beneficios. (...)
Discursos sobre discursos, uno sobre otro, contra otro y nadie quiere escuchar o realmente escuchar o realmente puede escuchar... es casi física cuántica eso de dialogar en dimensiones inconexas, pero claro hay una sincronía.
La palabra cerveza siempre me llama la atención. Eso me obliga a detenerme.
Abrazos que comparten la buena alegría.
Desde el punto donde no se sabe si es de día o de noche,
Artesano electrónico.
Voz:
Raymond Carver le dice un par de cosas a quien le lee, traducido o no.
No es poco.
Atentamente,
Don Buenas Noches.
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