lunes, 15 de febrero de 2010

El Pasillo de las Cervezas




Nuevamente hoy...
De nuevo en ejecución uno de los recursos más manidos de estas seudo narraciones:
encontrarse con un desconocido que posee un enorme parecido con otra persona que conocemos o conocimos.
Un amigo con el cual hemos tenido múltiples y ridículos desencuentros, pero que finalmente es un amigo (con otras personas por más encuentros, paseos, comidas, viajes, mitines emocionales o ecológicos y anti-ecológicos que se tengan, nunca seremos amigos... tanto peor por nosotros!), me dijo hace un tiempo con su voz aguda más o menos lo siguiente:
'Sí, empecé a leer tus leseritas, pero cuando llegué al pasaje de un doble de tu padre en un tren a Bordeaux, dije: Suficiente...!'.
Lo que me interesa aquí es la crítica a este recurso recurrente de la semejanza.
Realmente me pasa. Encuentro frecuentemente gente muy parecida o que me entrega muy claramente la emoción de otras personas, familiares la mayor parte, muertos en su mayoría...
Creo que si ocurre debo consignarlo...
Decía que hoy vi al doble de mi abuelo paterno (muerto en 1983, el mismo año que nació mi hermano y que la U jugó de más a menos...) en el pasillo de las cervezas...
No me miró (estos dobles nunca me miran...).
Yo le vi titubear y no sé bien porqué, pero me dio gusto y sonreí de verle estudiando los 'packs' y las botellas individuales.
Me pareció que tenía esa duda típica del comprador de cerveza (será importante anotar aquí que era plena mañana, que estábamos los dos -o los tres- lejos del mediodía idealmente comestible -de mastique-?): la duda entre la cantidad y la calidad.
En estas asignaturas (no temo decirlo, no) la cantidad estaba representada, en ese pasillo y en esta época, por un país, Bélgica.
La cantidad por la división básica entre el dinero sonante y los metros mínimos proyectados...
El secreto de estas 'apariciones' es no mirarles mucho rato, verles de frente al inicio, claramente, y luego no espiarles.
Así es más fácil habitar, por propia cuenta, los recuerdos que se tienen del rememorado.
Desde hace un tiempito he comenzado a creer que eso los mantiene vivos y fuertes.
Y que nos necesitan.

Braulio Musso.

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