martes, 12 de diciembre de 2017

Hermosa Peinadora Autodidacta: Tu "carta", como cualquier carta, es loca y es cuerda. Lo distinto es el empuje, la garra, la inseguridad, las uñas y los gestos precipitados de pies y manos con que, muy muy muy muy muy de golpe, hiciste que llegara a copar mi floja percepción (no es asunto de estaciones del año). Justo sería pensar que no te peinabas al escribirla, justicia con la peineta, es importante, y el zodiaco. ¿Qué habría hecho con tu cartita la Censura de las Esposas de los Almirantes, las primas lejanas y nortinas? ¿Cuán desvalido hubiera quedado su rostro al verte cruzar la calle desde sus autos blindados? Se habría inaugurado la temporada de caza, habría emergido un tipo de lagarto, los asesinos y sus hijos. Yo en ese tiempo acompañaba a mi tía al paradero y el Templo no era lugar de entrenamiento. Ese tiempo vive en mí, pero yo no vivo en él; esto lo aclaro porque siempre hay que dar explicaciones por el hecho de hablar del pasado. Justo en este momento leo un libro genial que promete con su esplendor que yo, Jaime, Dorotea y muchos más también podemos tocar Luz, que también puedo jugar a nombrarla. Tú también podrías estar en la lista, pero a ti no te gusta estar en ninguna lista, menos una lista que presuma inteligencia, ser inteligente es para los que ya tienen santos en la corte, correcto, los que ya tienen su nombre en el club de Tobi y esperan la farsa del llamado a concurso, dale, y es verdad en todo caso. Pero Lulú también es sospechosa para ti... en fin! En algún minuto hay que decir: ya, listo. Pretender ser divertido en esto que te escribo es mi muestra devota de amabilidad y pasión, de niñez, aunque no todos los niños hayan sido realmente amables. Para ti es poco, pero para mí significa toda una prórroga genética y cultural, romper de manera celular con la Plaza de Maipú, por ejemplo. Desgraciadamente sé que para ti es poco, lo que no deja de sorprenderme, metido en mi diario gratis del Metro. Chistoso hablar de tú, cálido seguir haciendo algo que hacíamos de jóvenes, cuando parece que los fines de año cierran algo realmente. Esta permanencia seguro que también es un espejismo, no un espejo, lo cual está bien; es mejor una vivencia que un objeto. Acaricio lentamente tu carta agresiva aunque prefiero tu manera de vestir... la tomo como un fenómeno de estilo literario, de estructuras mentales, no anímicas. Disculpa, no logro cambiar demasiado rápido, casi nada. Disculpa, no me puede gustar Parra y nunca lo intenté mucho, lo cual me recluye de manera ultra consistente. (Tú sabes, necesito llevar la contraria en asuntos de palabra y no de acción). Disculpa sólo un poco; afírmate y déjame ponerme protección: no he leído aún a Bolaño ni pienso hacerlo, pero sí me interesa la expresión "pasarse de rosca". Reconocer, como un culpable de algo oscuro, que me pareció que en entrevistas televisivas daba una pobre conexión espiritual al razonar su odio. Es verdad que el humor es una manera de cobardía tal como muchos otros aspectos, es verdad que hay que seguir buscando las vidas reales y las obras maestras. Es cierto que soy desordenado comparado conmigo mismo y que es molesto hasta escribir sobre uno mismo. He gastado parte de mi tiempo mirando los árboles alumbrados y no logré boicotear un orgullo ridículo sobre eso. Mi problema quizá consiste en saber que el mundo necesita que uno se disculpe, que hable. Te imponen un tipo de Ego externo y no toleran el ego interno. Es chistoso hablar cuando los actos se están doblando. Veo la cáscara de los que supieron vivir y se parece, al racionalizarla, a la de los verdugos emocionales. Son severos y ni te conocieron, pero hay algunos que los esquivan y yo no quiero esquivarles. La cuestión es por qué tendrían que haber sido amables contigo o conmigo. La gente no tiene ninguna obligación de ser amable contigo ni conmigo, pero la delicadeza obliga. Otra cosa muy distinta es estar perdiendo el tiempo sin intención alguna, eso es lo único que tiene desperdicio total. Responder una carta no compromete actos, no es sentimiento. Tendría que tener furia y esa obligación ya es arte. No vayas donde no quieras ir, nunca he pretendido decir lo contrario. Estaré vivo por un tiempo más. Tú también. Besos, Lápiz dos. PS. ¿Tienes una reserva de tranquilidad tuya, protegida, que se encuentre más allá de los actos diversos de los que te rodean? Se están muriendo los pocos maestros que quedan. Siempre se están muriendo los últimos maestros.

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