sábado, 31 de marzo de 2018

Residuos del Tiempo, ¿y qué más? Algunos poetas, un par de locos filósofos y otros imbéciles brillantes, mujeres... lo vivieron así y fueron destruidos, se auto-destruyeron y reviven en los minutos de idiotizados lectores de bibliotecas flotantes, húmedas. Residuos del tiempo, ¿y para qué más? Aunque no divierta pensar cómo vivirían estas porciones de vida en otros planetas... Sobre todo que envejecer no sea tema... Y mejor, que no haya temas en absoluto, dejar que también se vayan los temas. Entonces podría quedar... releer explicaciones científicas, algunas... sí, quizás. Entonces podríamos releer la explicación científica, es decir, escolar, del color de las cosas, del cielo por ejemplo. El azul, celeste del cielo. Lo que pasaría si ojeáramos tras décadas el libro de ¡Proschle!, nada, no sabemos... Gente... que se sumergía en los cines durante días, de quienes no se exigiría una conclusión o un proyecto. Vivían en un mundo en donde podían partir desde ahí directamente a una guerra, inventada por otros, financiada por otros. Y esos otros no formando parte del tiempo, hoy... Entonces podría quedar... salvar los flecos más o menos sueltos de la mente. Como gesto del que se ahoga y se seca internamente, recuperar de golpe, de manera efímera, recuperar cada vez más un tipo de escritura laudatoria. Y reconcentrarse siempre de nuevo en el lugar que ocupan los objetos, largo, largo, largo rato. No sobre-proteger más ni al cuerpo ni a los animales. Ejercitarse en adivinar la hora.

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