lunes, 26 de enero de 2009

Pascal Dusapin





Antoine Gindt: Durante esta serie de conciertos de vuestras obras, se oirá por primera vez de manera integral los siete ‘Solos’ para orquesta y también dos óperas que no existen sin relaciones comunes, ‘To Be Sung’ y ‘Passion’.
Eso que es impresionante, a la escucha de esas obras, es el enfoque bien personal del tiempo musical.
Es que se puede considerar vuestro trabajo como una manera de domar al tiempo?

Pascal Dusapin: Yo no pienso casi nunca en el tiempo.
El tiempo es para mí una noción filosófica que yo he aprendido a abordar porque se me dirigen preguntas sobre esta noción.
Evidentemente, me ocurre, a veces, de hablar del tiempo y de singularizar esa relación a través de partituras un poco específicas, pero ellas son, sobre todo, resultados de la forma y no de anticipaciones, a la excepción quizás de ‘To Be Sung’.
Yo comienzo a tener consciencia que, efectivamente, yo pienso algo con el tiempo.
Eso estaba relegado en mi inconsciente.
Todo eso es secreto y siempre llega después.
El tiempo entonces es una noción confusa para mí.
Yo no oigo el tiempo.
En consecuencia, yo he tomado la costumbre de decir: yo no pienso jamás en el tiempo pues yo soy el tiempo.
El tiempo es sin duda para mí como la compresión de un otro espacio, más inmenso aún que aquél que percibimos.
El tiempo de la música es un espacio que necesariamente se encoge.
Entonces, él es intenso, cargadísimo, es como un acelerador de partículas donde todo se despliega y se concentra al mismo tiempo.

Antoine Gindt: Quizás es más la cuestión del transcurso del tiempo que la pregunta sobre la duración...

Pascal Dusapin: El transcurso del tiempo se produce por una descompresión, es un relajamiento de la tensión sonora.
Es bastante erótica como imagen, no es cierto?
Cuando yo escribo para la orquesta, yo oigo interiormente sin cese como la descomprensión de un espacio que yo sueño.
Pero, es imposible que yo acceda y, en mi cabeza, es como una deflagración energética.
La orquesta deviene entonces como una máquina a comprimir, descomprimir, torcer, retorcer, etc.
El tiempo se crea a favor de esos chocs, de esas dilataciones y retractaciones encadenadas.
Y es quizás así que mi música trabaja la cuestión del tiempo.
Pero habiendo dicho eso, yo me interrogo aún...


Traducción libre de parte de la entrevista aparecida en el n° 59 , Enero a Marzo 2009 de la revista de la Cité de la Musique, Paris, páginas 8 y 9.

Braulio Musso

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