lunes, 15 de noviembre de 2010

Quizás es una tendencia


Las plantas van a salvarme, sólo debo regarlas con ternura.
Escuchar Can't Wait de Bob Dylan va a ayudarme, hago con las manos la batería, la cual me parece nunca antes haber escuchado realmente.
No me importa la letra hoy, sigo el sonido de la voz.
Sigo vivo porque alguna vez compraste este disco mofándote de mí, sigo vivo porque he escuchado a Bob Dylan, porque exististe y te burlaste dulce eterna, pase lo que pase.
No me importa cuán ridículo pueda sonar eso, hoy es así.
La gente moría mucho antes que él naciera pienso gritando, fingiendo.
En la calle todo me pareció vano hoy, sabía que debía comprar cosas útiles, pero no fui capaz ni de eso.
Cerraron el lugar donde vendían películas de 'cine arte', vendedores de ropa interior.
El sol estremece el balcón, hay gente que ni tiene casa, nosotros tenemos balcón.
Ya ni sé cuánto tiempo es verdad o mentira. Se puede pasar de la grandeza a la desesperación en sólo un par de miércoles.
Todo lo que le he dicho a mis amigos es falso, no hay tranquilidad, sólo hay hechos y regalos y mi ingratitud.
Hablar a favor de la tranquilidad proviene casi siempre de alguien intranquilo, qué importan las denominaciones!
Tampoco es posible desdecirse, es bendito quien sabe retirarse, alejarse, callarse.
Que no hayan fanfarrias, que no haya nadie, hay que guardar algo de decencia y humor porque después siempre se vuelve, oh, nunca moriremos!
Hay que aspirar al silencio completo y no soy esotérico, hay que buscar una transparencia de nuestra ridiculez tremenda.
Lo mejor es retirarse a los diez años de edad.
No, a los cinco, al año, bien retirado, sin darle posibilidades al dramatismo.
Quizás es una tendencia la de no saber atinar en lo grande, en lo divino, nuestra mayor valentía es fruncir el ceño y comprar fruta, caminar por una vereda.
Qué va a pasar mañana?
Por primera vez siento el temblor sin distancia, o todo esto es un juego egocéntrico Don Egosis?
No, pues todo es demasiado bello y fuerte y frágil y está aquí.
Debo ponerme presentable frente a la descendencia amada, dónde está mi aplomo de ayer?
Estoy hecho de serpentina.
Ansío, como los despreciables, que me devuelvan el pasado enorme que supe disfrutar tan entero, tantas lecciones que se supone que daba sin pretenderlo, los Señores Perfección...
Si el presente es feroz y hermoso es porque en el pasado nos engañamos.
Quiero una seguidilla de amor y dolor e hijos.
Dónde estoy? Quiero que hayan ardillas.
Por supuesto leeré al azar algunos pasajes de la Biblia, hay que perder toda compostura, les ayudaré a mis padres en su casa de campo, qué importa la alegría?
No me consuela nada, nada me inculpa, seguiré con todo y con orgullo y con delicado amor, me regalaste ese disco mofándote y adorable recortando todo lo que fui, dándome todo, regalándome todo, no quiero exagerar y menos usando palabras, pobres sílabas.
Tu estilo es tu estilo, lo que hemos vivido es mucho más que un par de ideas, más que distracciones los fines de semana o dejar todo para las vacaciones.
Mi frenesí no te puede olvidar, aunque no te aparezcas, aunque estés en lo tuyo, comienzo a sentirme mejor, el Cerro me llama, es decir, yo quiero ir al Cerro, quiero hablar con mi abuelo paterno muerto, todos tenemos fijaciones imagino.
No quiero juntarme con nadie, quiero que la gente se junte entre ella, no quiero irme nunca más de este país, quiero oír a Ricardo Lagos hablando.

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