lunes, 16 de diciembre de 2013
De esas cosas inciertas/
También a los Vendedores Ambulantes se les pide que no cuenten siempre la misma historia,
ellos tampoco pueden molestar.
No sé, es grande la desolación del Gran Repetidor.
Cuando nadie le ve, es de esas cosas inciertas, quizás alcanza variaciones de una abstracción totalmente reñida con su cansancio diario.
Pocos saben del Segundo Mundo, muchos del Tercer Mundo.
Repensar pedazos de la historia de Argelia desde el punto de vista astro-físico.
Larga retirada de la sobrevaloración de la Historia, ocurriendo debido a ello esto otro:
ensalzan al historiador autoasimilado al MIR, el historiador que troca la convicción de Allende
en ingenuidad.
Su barba cana influye quizás, si un bromista la retirara, si no fuera más que utilería los súbditos bajarían a la mitad.
No es la gente la que olvida al músico sino que es el músico el que les abandona.
Todo padre debería saber inflar globos, los tirantes del volantín, agregar eso al repertorio del Amor.
Y besar.
martes, 19 de noviembre de 2013
INDUSTRIA Escribir sobre una industria, sobre lo que pasa y sobre lo que se ve en la fachada de una industria: escribir sobre algo que no pertenece al cuerpo.
Seguir escribiendo, continuar, seguir escribiendo sin previo aviso, relleno de los ojos, enorme cantidad de buses que no paran sin razón clara.
Como esos momentos en que el operario detiene su faena y sin quitarse las orejeras anti-ruido sale, sale a la entrada de la industria, se encuclilla de pronto fumando, la vista en sus propios zapatos y el suelo, plástico sacrificado por nadie.
Alguien vestido completamente de azul es alguien que anda en otros pasos, con otra intensidad, salvará a otros.
Ingresan y se escapan camiones tapados que no dejan ver si van cargados o no.
Señas desde lejos entre los conocidos, eso hace toda la diferencia, canchas de tierra rebalsadas de neblina domingos infancia permanente.
Una bolsa roja enganchada en una de las palmeras que adornan el bandejón, no queda Política.
Puede ser una especie de promesa: El Metal protege al líquido, las vasijas gigantes contienen las reacciones químicas.
Los guardias tienen un salario, los guardias protegen el recinto (de qué?).
Prosa del sobresaltado corazón, quién prefiere el estallido del Mar al Mar mismo?
Si hubiera habido más tiempo, los Antepasados seguirían haciendo lo mismo.
Mueren en hospitales europeos los que, extrañamente según los desalmados, añoran Lo Hermida.
Periodistas fingiendo sorpresa sobre por qué gentes les insulta certeramente.
Profesores que saben de cobardía se envalentonan contra lanzadores de agua.
El carro de bomberos es sólidamente odiado.
Arrodillado como todos frente a su hijo, el guitarrista nunca recuerda a su público.
Unos manejan piedras, otros maderas, pero el papel escrito puede hacer llorar.
Si desaparecen los nombres, si la emoción se queda en ti, si pierdes todo, si sostienes tu silencio alegremente.
Eres algo, como lo fuiste antes.
miércoles, 23 de octubre de 2013
En el hecho. /////////////////////////
Lo cruzaba en el horario en que empecé a volver a casa en ese tiempo.
Más que describirlo, es el hecho.
De pronto pensaba en el hecho más o menos extraño de cómo los cambios abruptos nos hacen ver cosas totalmente distintas.
Se daría igual si nadie nos acompañara en la sensación de estos asuntos.
Como prestarle atención al barrendero que un día alzó al amado hijo del joven musculoso, y luego, otro día, entonado a las once de la mañana, quiso obsequiarle una figura inflable diciendo « Cuál es el problema? », sacando billetes de su bolsillo...
El rostro del hijo está en la carne tumefacta de los interiores, podría escribir un poeta autoaceptado.
Considerar el llanto de tantos arriba de los aviones, de vuelta a sus países adoptivos.
Contradicción diría un panadero al mediodía.
Corazones admitidos de los ateos llorosos pesarían en las esquinas del centro comercial.
Mucho dinero, poca plata, a veces son vanos los intentos de enseñanza.
Escuchar, replicar sólo tiene sentido en un viaje interespacial, dentro de un cohete.
Parece como si algunas de las nuevas vidas fueran a cambiarlo todo, no es así como funciona?
Del misticismo industrial del que habló Bergson en Bruce Springsteen; The ghost of Tom Joad entero.
Las mañanas pueden ser despiadadas, pueden haber muchas cosas, folletos, y las mañanas deben ser despiadadas.
Preocupado por desaprender, el dueño del museo gasta el dinero fiscal en tuberías de cobre.
Tener para almorzar es psicológico en democracia, en dictadura es más bien de tripas en trincheras.
No es tan malo almorzar temprano.
La fritura propia es un lujo, la ajena una necesidad.
Tostar es un arte, lavar no, freír, apostar, ganar.
El candidato de nombre francés también es un producto estereotipado culturalmente, construido y admitido para cierto estrato social, que en este caso, es el medio culturalmente favorecido por la misma economía que critican. Es economista además, cree en los números como clave social, entonces... en fin.
La política como pontificación personal, escapamos todos así, se entiende.
El problema es creérsela de manera completa, todo es dudoso, todo es real, buba.
Signo del estado de ánimo potente: todo importa mucho, nada importa mucho, al mismo tiempo y permanentemente.
jueves, 26 de septiembre de 2013
Obviedades emocionales
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Se suceden las intensidades y supongo que esto es bien similar a las obviedades emocionales de la mayoría para darse el lujo mortuorio de consignarlo.
Centrarse en lo que sirve, no en los nuevos Hitlers de internet: los poetas, los ciclistas, los bomberos y los vegetarianos.
Esa antigua atracción por los que no sienten apuro en opinar, ese recuerdo de lo que nos han entregado.
Ese jugador de fútbol que fue detenido y torturado y exiliado y que no quiso narrarle a su hijo sin que antes él le preguntara.
Estaremos como estamos hoy.
Algunos le dicen cena, otros comida.
Hablar con una cerveza en la mano, no se enseña la emoción.
Debería dejársele el camino libre y quizás hasta compadecer a los pajarracos que quisieron y quieren la fama en literatura.
Es un camino tan absurdo como entendible el querer vivir de ello, además que a nadie se
le ocurre gastar su vida en eso.
La verdad más grande es que la cordillera es una fuerza.
Comer un completo, Mapocho.
Biblioteca Nacional, no poder inventar las ganas de fumar.
No es mi culpa que muchos vivos se comporten como muertos y no es mi
mérito que muchos muertos den tanta vida, los hayan asesinado
para sus cercanos y se hayan vuelto imprescindibles para
la buena muchedumbre.
sábado, 31 de agosto de 2013
Las secuelas del mirar.
Las secuelas del mirar a veces nos llevan de vuelta a los lugares mencionados.
Esos rastros, esos rastrojos de golpe emergen, etc.
En esta única ocasión, oh, en este día respiración produciéndose, miro a los dos extraños microbuses en el fondo del desproporcionado patio, aún de tierra.
Este patio puede ser como la vida de una persona, no es que ahora crea en la magia, pero siempre creí en la magia, de eso se trataba todo.
Están así los buses uno y otro en los extremos del fondo del patio... que es hermoso quizás.
Un Lada negro ( antes taxi?) en el frontis tiene las ruedas pintadas azules.
Habrá un multifacético conductor, oh? Quién será la soñadora conductora?
Es creible que toda esta desprolijidad es la alegría de muchos.
Hay otros detalles que refuerzan esa especie de idea, pero no es necesario describirlos pues ahora, tras mucho tiempo, ha llegado a mi cerebro un contenido leyendo a Gogol.
Gogol es tan perfecto que está al medio de lo que voy a decir referente al contenido mentado, y con esto termino.
O eres de los que escribe pensando que aburres y buscas terminar lo más rápido posible, abreviando al máximo las descripciones de lo que sea, o por otro lado eres de los que crees que puedes pastar y hacer pastar eternamente a los lectores embelesados en tus dos mil ochocientas treinta y cuatro páginas.
Gogol controló ambas variantes.
Se hubiera alegrado de las dos micros.
martes, 23 de julio de 2013
Caminar de nuevo
Caminar de nuevo, oh, tras décadas, literalmente, oh, por los Bajos Pueblos,
oh, algunas cosas siguen en pie, sí.
No sé cómo, pero han respetado el terreno de la antigua Escuela para Ciegos.
Su frontis se quedó en el Tiempo, un cartel más atrás dice hoy Escuela de Lenguaje.
La última lluvia le da un carácter pulido a las esquinas, a las veredas.
Florecen, me parece, las tapîcerías y los negocios para mascotas.
Un señor lentamente me da las gracias mirándome, al yo desearle un buen día.
Una madre le grita destemplada a su hijo, estas eran las calles donde comenzaste a pensar todo lo que puedes llegar a pensar.
Trato de sacar algo de los recorridos de micros que pasan.
Hay quienes arrinconan los recuerdos, pues son tantos que se debe jugar a no poseerlos.
Tal como verse compelido a responder de golpe: 'No idealizo la infancia, pero tu infancia es tu infancia, si tú la rechazas cualquiera puede rechazarla'.
En fin.
Nadie salvo tú puede encontrar enigmática una calle como Portales.
De eso se trata, si has vivido realmente, sin tampoco ponernos excluyentes.
Por qué defenderse también al escribir?
Por exceso de realismo.
viernes, 21 de junio de 2013
El Tobillo izquierdo
El tobillo izquierdo se carga y se rompe en los tiempos difíciles, el derecho queda esperando.
Aparentemente no pasa algo así con los ojos.
Ellos siguen puntos y gestos con precisión solidaria.
El puerto de San Antonio, el puerto de Tanger, las emociones.
Todo un día, un día es un manto que no se recoge al partir, es un manto que no se pliega al final.
Tiempos asimilables les ocurren a personas distintas en décadas distintas, esto también lo sentirá la persona que vino después.
Lo hicimos mal, lo hicimos bien, estuvimos de vacaciones preocupados, quién puede escapar a eso?
Tienes que cambiar, tengo que cambiar, pero la verdad siempre es la belleza ya establecida.
Algunos son obligados a hablar, otros obligan a que el resto les escuche.
Habrán películas sobre gente que sienta de golpe la vida y luego anestesia, como más o menos un método anímico.
Dale dinero esta vez a los apostadores y no a los que piden por sus hijos.
Un músico es un mendigo para tu hijo.
El whisky ha salvado a paises de comenzar guerras.
Los objetos dentro de una casa no quieren escuchar los pésimos programas de radio y quisieran ser manchados por desconocidos.
viernes, 24 de mayo de 2013
El tipo de movimiento
Algo que se puede hacer y que hice: mover el tronco hacia adelante y atrás durante los cuatro minutos y algo de When I paint my masterpiece, en la versión esta vez de The Band.
Hace bien y permite recordar el tipo de movimiento de las plegarias en Tanger.
La música occidental y la religión lejana de allá se encuentran en Maipú, tal vez.
La otra noche me vi en medio de una multitud que venía en sentido inverso.
Cantaban, reían, bebían, se besaban, los miré contento.
Los autos se daban la vuelta, el tránsito se cortó no sé bien cuánto rato, quedó desolada la explanada donde todos habían estado minutos atrás.
Vi a la gente reír, reír!, pensé: si uno ve algo luego tiene la posibilidad de hacer lo mismo.
Esa noche no esperé nada, pero a la mañana siguiente el camino de tierra, el único que queda cerca del centro del pueblo, parecía decir algo desde cada centímetro de su maicillo.
La verdad es que nunca estuve en edad de descifrar nada, pero hoy menos.
Y eso es quizás curioso, quizás obvio: al no poder descifrar ni a la primera, ni a la segunda ni a la tercera, justamente, uno deja de pensar completamente y se pone a mirar, a mirar casi orgánicamente.
Por eso los fragmentos del maicillo se vuelven tan reales, que casi saltan a los ojos desde el suelo.
Por eso me demoré tanto en encontrar al vendedor de dulces más baratos del pueblo.
Por eso pensé cosas que olvidé.
Por eso dejé de pensar en mí mismo, a ratos.
Pensé en la entrada de los hoteles, en lo que se siente buscar un hotel y no encontrarlo a las dos de la mañana en una ciudad al otro lado del mundo, eso queda en uno, sí.
En las aves que mueren al caer entre dos camiones, en los bautismos donde llora alguien ajeno a la familia, en la iglesia que es limpiada por la mujer del panteonero y en los ataúdes vacíos y apilados contra las murallas en la funeraria.
En el alcohol que salva a personas de carne y hueso, en la academia de los bellos exiliados, en las aceitunas de los amigos, en el dolor de los hijos, en el dolor de ser hijo, en el dolor y la alegría de ser hermano, en el pasto del medio de las canchas, en el avión que salva vidas, en el pintor que quiere ser el peor pintor, en la calle de nombre extranjero, en la tarjeta que se mira sin ser usada, en la mesa regalada, en el poeta llorando, en el poeta resumen de toda la humanidad, en la poetisa envidiosa, en el examen de mi posible envidia, en la posibilidad de romper otros mesones, en el saludo del señor de noventa años al tipo de treinta y cinco, en la sexualidad benefactora, en Freud comiendo un pastel de anís, en los ramos santos, en la noche inmensa, en el día.lunes, 29 de abril de 2013
Tres poemas, tres intentos de hace ya algún tiempo/
Braseros.
Frío en La Granja, frío en San Ramón
braseros dentro y fuera de la casa.
Caballos del pasado, tarifas y negocios del siglo veintiuno:
a veces la Nostalgia de tan imposible se produce.
Abuelos, primos y visitantes permanecen
diseminados y tiritando.
Un ronquido, dos estornudos, media palabra de amor.
Serás.
Serás los dibujos de tus hijos
los días oscuros de la honestidad
al tapiar las ventanas al mirarse las uñas
esos días que existen
serás esas hojas dejadas en algún salón
el instante cuando se examinan sus detalles y sus colores
busca esa pieza busca esos lápices
aunque no tengas hijos aunque hayan mil cosas
serás esos dibujos.
Estampida.
Enfrentar la noche o dejarla ir susurro a veces
sin importar el horario
pensando es un juego de palabras o fue una estampida.
Al final todos se aman a sí mismos desmesuradamente
creí decirle a los marcos de las ventanas
todos rechinan y tienen ocupaciones
todos los viajes todos los objetos
desarrollan un vapor simple y manso,
pero la verdad, a quién guiarán los bordes de luz de las casas en total oscuridad?
Están en esta misma ciudad
están salvando a otros de inmediato desconocidos
en este momento
en la rueda de los parques y en las murallas de los ríos
viven y de inmediato se convierten en desconocidos
para salvar y así mil veces
oh.
viernes, 22 de marzo de 2013
Se abre el campo
Es chistoso cómo el darse cuenta que hemos olvidado traer almuerzo aumenta instantáneamente el hambre, desde muy temprano.
Se abre el campo para comer toda clase de disparates.
Un ligero dolor de cabeza hace sonreír, muecas, bien.
El cuerpo pareciera querer llevar una vida desembozadamente independiente.
Final de noviembre siempre será, quizás, esperar el nacimiento de los descendientes.
Final de noviembre, ahora nuevo e imborrable.
Decirle a la primera persona que te habla en la calle sin conocerte, antes que amanezca:
« También nuestros herméticos ídolos que hoy son reacios a explicar lo inexpliclable, se explayaron en otras épocas a la una de la madrugada a mitad de semana, en programas de radio malolientes, sobre Dios, la sociedad, la revolución, los eclipses, la sexualidad de los que ya no son tan jóvenes, etc. »
Cansancio de decir lo que hay que decir a madres que pretenden reinventar la maternidad siendo retrógradas, queriendo pasar por naturalistas suaves.
Descanso infinito de no decir absolutamente nada, también presente en seres anónimos como nosotros.
Con polera a las seis y media de la mañana tomando la micro con obreros que pueden no conocer Renania ni la discografía completa de Siouxsie.
Estamos en eso, esas son nuestras complicaciones, todo muy dramático...
Buenas Noches Alta Costura, Buenos Días Facilismo.
Noviembre, pendiente.
lunes, 18 de febrero de 2013
Ideas releyendo a Steinbeck.
Es peligroso cuando alguien demasiado bueno se encuentra con alguien demasiado malo, cuando alguien que ha sido muy amado se encuentra con alguien que nunca ha amado.
Pregunta esta noche un Conejo salvaje y mojado: Pero qué rediantre son los sonidos y los enjuagues bucales 'peligroso', 'bueno', 'amor', frente a la incandescencia y frialdad del movimiento universal que ininterrumpidamente se despliega?
No un tipo de elixir o grasa, le responde el Toro que nunca aceptará dejar su protagonismo en La Arena.
Además -terciamos opacos nosotros- muchas veces alguien muy bondadoso, muy calmo, muy profundo, sólo ha surgido al final de una larga cadena de antepasados crueles, irreflexivos, sólo a partir de vidas nefastas o tediosas.
El eslabón se corta o se inventa en la reconstrucción.
Las novelas, más o menos fatigosamente, narran las transiciones sociales y psicológicas de lo bueno a lo malo y viceversa.
Las grandes novelas nos revelan las fronteras ilusorias entre lo ruin y lo generoso, lo aparente de las diferencias tajantes.
Las grandísimas novelas a su vez, nos revelan que aún tras la mezcla brutal de impurezas, hay, persiste, es real, la Esperanza.
En cambio, en el estante opuesto, la poesía no cuenta, no narra, actúa, existe en sí y por sí misma.
Pero nadie, salvo los charlatanes, puede quedarse en la poesía, en su verdadera tensión, más de tres minutos seguidos.
El resto del día entonces, ay, oh, veintitrés horas cincuenta y siete minutos, consiste en diluirse, disolverse, azucararse y revolverse, arrellanarse.
Queda pelo siempre en las peluquerías, no importando cuánto se barra, filamentos vivos, risas en los patios de las casas contiguas, abanicos en escaparates.
De paso, leve, inexistente si desaparecer no fuera la máxima soberbia, noto que estamos en otra época cuando exhibimos a nuestros hijos en internet o al leer obituarios en una pantalla.
Pronto a nadie le importará tener la razón; disfrutemos con gozo las últimas discusiones.
El Apocalipsis siempre fue un lujo de gente letrada y avisada, quienes denunciarán a todos los que guarecidos de un aguacero repentino en la única taberna a kilómetros a la redonda, opten por divertir con juegos populares a los parroquianos.
Ese enjuague humano, ese trasvasije, tritura lo ya molido...
El corazón y el cerebro tratan de aparentar como en el juego del Seguir la corriente o en el del Monito mayor...
Y quién podría reírse del resto en medio del trance mismo?
No lo sé.
lunes, 28 de enero de 2013
Hablar poco
Un montón de asuntos consiste simplemente en coincidir o en no coincidir.
Por eso los optimistas, los voluntariosos, juegan más o menos a preparar las buenas coincidencias y a desbaratar las que no desean.
El resto de nosotros vivimos, sectariamente, ja, entregados al desencadenamiento de las continuidades, casi como las continuidades televisivas...
La belleza de uno y otro estilo se presenta variable, lo mismo sus ganancias y restas.
Me desplazo por un parque, veo una mujer que pasa tomando agua mineral de su botella muy empinada; vestido y mirada, es una forma de mantención, de lucha también supongo.
Algunos días todo parece armado, otros vueltos patas arriba, ir a apostar, no ir a apostar, cuestión retinal, la fuerza que sabes captar o no de la ciudad, del río real de tu ciudad que te gusta pues no es un río compuestito, un río fácil de carta postal; aquellos y aquellas que repiten cosas sin dejar de pretender ser mejores que el resto, como si inventaran la maternidad, la paternidad, el ecologismo, la solidaridad, ah, etc, hastío de todo eso, etc.
(Madres mejores que creen criar mejor que otras: suelten a sus críos.
Padres salvando al planeta porque son un auto menos: no nos atropellen más en las veredas.
Mujeres divertidas y actuales: dejen que sus niños y niñas se caigan, pudiendo o no ayudarles luego a levantarse)
Algunos días hablar poco, pocote, a fin de exagerar hasta el extremo la sensación de repetirnos ya décadas en las mismas salidas, las mismas salivaciones, los mismos chistes, y sabiendo que los chistes más fomes son los que hacemos sobre nosotros mismos pues 'lo cómico nace de la propia inconsciencia'...
A veces tomar un avión, un tren, es el cambio más verdadero, a veces lo externo es real, la mofa de Hegel sobre Kant replanteándose siempre (Viejo Kant, ya sabemos que no es lo mismo cinco pesos en el bolsillo que cinco pesos imaginados, dinos algo no evidente y sobre todo: no fundes una filosofía sobre esa obviedad), como los chistes de Pedro, Juan, Diego, los nombres...
Esta mañana también, siempre.
A veces tomar un avión, un tren, es el cambio más verdadero, a veces lo externo es real, la mofa de Hegel sobre Kant replanteándose siempre (Viejo Kant, ya sabemos que no es lo mismo cinco pesos en el bolsillo que cinco pesos imaginados, dinos algo no evidente y sobre todo: no fundes una filosofía sobre esa obviedad), como los chistes de Pedro, Juan, Diego, los nombres...
Esta mañana también, siempre.
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